Por Guillermo Torres Ciz/Corresponsal
Montevideo, Uruguay. 18 de Junio (futfriends.com).- Que clasifiquemos los dos, pero nosotros primero, para evitar a Argentina.
Supongo que todo México piensa lo mismo; los dos, pero nosotros primero.
Y entonces los tres millones de uruguayos sacan a relucir sus perfiles psicológicos más oscuros.
El uruguayo no puede asistir a ningún evento deportivo sin una calculadora y un marcapasos.
La calculadora nos dice que si México nos gana, y Francia le gana por más de tres goles a Sudáfrica, podríamos hasta quedar eliminados nosotros.
El marcapasos es porque cuando tenemos todo a favor, jugamos un partido sin pasar la mitad de la cancha, especulando en cada cm. de césped y con cada minuto de juego que transcurra.
En el medio de esa dualidad de espacio y tiempo, vemos pegar pelotas en nuestros postes, vemos salir expulsados a un par de nuestros jugadores, marcar un penal en la hora y clasificar por algún error inadmisible del rival. Eso se llamó en un tiempo "garra charrúa" Es decir: un intangible para explicar lo imposible.
Hoy, el uruguayo divide su opinión de acuerdo a su organización mental y su desequilibrio psíquico.
El analítico dice que si México firma un empate, jugaremos un partido bochornoso, tocando la pelota para los costados y clasificando ambos para poner a Sudáfrica y Francia en sus respectivos lugares. A saber: los africanos seguirán cazando leones en sus selvas y los franceses volverán a mostrar adrenalina en la única tribuna que se las produce: Roland Garrós
El perverso afirma que saldremos a ganar porque piensa que México sólo nos puede ganar algún amistoso en algún estadio Bowl de Los Angeles, pero jamás, en un Campeonato del Mundo por puntos que duelan.
Nunca ganaron nada es la sentencia de los bares y afines comercios donde la opinión naufraga entre ríos de alcohol y parroquianos estacionados en 1950.
El uruguayo de hoy, sencillamente se ha globalizado y no piensa o piensa como todo el mundo, o sea, que cualquiera le puede ganar a cualquiera.
Incluso cuando ve esa perfección de televisación duda de que haya un Mundial y no le hayan instalado en su TV una versión nueva del Play Station.
Si hay algo en el que los uruguayos no creemos es en la perfección. Y lo demostramos cada vez que nos dan la oportunidad.
Esta selección uruguaya está cargada de nombres famosos cotizados en millones de dólares
Todos juegan en el primer mundo en grandes equipos y son titulares
Entre Forlán y Suárez se dividen más de la mitad de los goles de Europa
O sea...TENEMOS TODO PARA PERDER...
Porque somos así...iniciamos un proceso mental que va más allá de la imaginación de Bradbury y Asimov juntos.
En lugar de pensar que tenemos terrible equipo (que lo tenemos) pensamos que la FIFA no va a dejar afuera a importantes televisoras y a México...que algún dios del mal evitará toda situación de ventaja para la "Celeste" y seremos perjudicados incluso por elementos ajenos a toda compresión, lógica, ciencia y hasta superstición.
Somos así. Por eso la última figuración mundial digna fue un cuarto puesto en México justamente hace ya más de 40 años.
Después hemos sumados los mejores fracasos del mundo con los mejores jugadores del mundo.
Siempre después de un partido bueno (Sudáfrica) proponemos un partido desastroso.
¿Sucederá esta vez lo opuesto y repetiremos un partido redondito en futbol y goles?
"The answer my friend....is blowind in the wind"
El uruguayo, el martes nuevamente no trabajará, no estudiará, no hará otra cosa que estar frente al televisor con la ilusión rencorosa en el alma porque verá fantasmas del pasado cada vez que una jugada dudosa favorezca al rival y exteriorizando a las puteadas su alegría o su pesar.
Puteamos si perdemos y también puteamos si ganamos porque así vivimos...a las puteadas.
Es como el verbo "Chingar" de México. Un comodín multiusos, que tanto te eleva como tanto te degrada. El consumidor, elige su uso.
O somos los grandes chingones del mundial o los hijos de la...en caso de derrota.
Envidiamos de nuestros hermanos mexicanos una palabra capaz de servir para todo.
El mundo sería más sencillo si no existieran los periodistas deportivos.
Seres capaces de explicar lo que ya ha sucedido y todo el mundo ha visto y nadie necesita que le expliquen o en su defecto, analizar un partido antes de jugarse, lo que parece hasta surrealista.
Ni siquiera Dios -en el supuesto caso de que exista- ha decidido el resultado del partido del martes porque la última vez que intervino (Maradona y la "mano de Dios") fue en aquel mundial y no se le ha vuelto a ver por las canchas...
México y Uruguay están en octavos para la gran mayoría de los uruguayos y la gran mayoría afirma que deben salir a jugarse la vida como si fuera una final para evitar a Argentina.
Sabido es, que Argentina es una selección asesina de los sueños mundialistas de cualquiera que le enfrente y nadie, quiere volverse temprano a casa, después de haber sorteado los octavos.
¡Ojalá que NOS vaya Bonito! (pero, más a nosotros).
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