Por Cristóbal Ortega
Cosas de selección
De entrada me encuentro con una situación muy desagradable, pero que no deja de ser parte natural de la esencia del ser humano y del futbol en general, trátese del amateur y no se diga del profesional; me estoy refiriendo a las vergonzosas declaraciones hechas por mi ex-compañero de equipo, Zizinho dos Santos, padre de Giovani y Jonathan dos Santos.
Me extraño ver y escuchar las declaraciones que hizo, cuando se enteró de que su hijo Jonathan, había quedado fuera de la lista final de jugadores que representarán a nuestra selección mexicana en el mundial de Sudáfrica 2010, que dicho sea de paso, dará inicio el próximo día once de junio.
En dichas declaraciones, Zizinho se expresa de una manera ofensiva y nada agradecida, no nada más para con el director técnico de la selección mexicana, sino también para con todo el futbol mexicano.
Sin tener que ver nada en el asunto, mi primera reacción al escuchar dichas declaraciones, fue de un gran enojo, porque me parecen las palabras de la clásica persona desagradecida, que sólo piensa en ella a cada momento sin mirar hacia adelante y mucho menos hacia atrás.
Zizinho jamás debería de olvidarse que llegó muy joven al futbol mexicano, específicamente al club América, que fue compañero y quizás hasta amigo en el mismo club, de Javier. Siendo un jugador muy joven, siempre se le arropó y se le protegió; además de hacer casi toda su carrera futbolística profesional en nuestro país, también tuvo la dicha de formar su familia, al contraer nupcias con una mujer mexicana, sus hijos nacieron y crecieron en México y en general, ha tenido mejores oportunidades.
Por lo que me parece, muy en lo personal, que Zizinho debería tener por lo menos un poco de agradecimiento y respeto para México, el futbol mexicano y al entrenador actual de la selección mexicana, Javier Aguirre y todo su cuerpo técnico.
Específicamente tanto Jonathan dos Santos, como su padre Zizinho, deberían de estar muy contentos y orgullosos por haber sido considerado para ser observado dentro de la selección mexicana y tener la posibilidad de ser parte de la selección que iría al mundial de 2010 en Sudáfrica.
Jonathan es un jugador joven con muchas condiciones para triunfar en el futbol profesional, pero realmente y dicho de una manera cruda, él no ha hecho nada para merecer estar dentro del equipo que representará a México en el mundial 2010. Es cierto, pertenece a un equipo de mucha jerarquía a nivel mundial, como es el Barcelona de España, pero Jonathan ha tenido muy poca participación con este equipo y por lo mismo no demostrado ni ha lo mínimo requerido, ya no siquiera para formar parte del equipo tricolor, sino para ser observado de manera seria en nuestra selección mexicana.
Zizinho y el mismo Jonathan, después de esta dolorosa eliminación final, han dicho, que buscará ir a otra selección nacional, la de Brasil o la de España, yo no me preocuparía porque tomaran ésta decisión, yo creo que hay mejores jugadores que él en esa posición, inclusive algunos que en éste momento ni siquiera fueron convocados, por ejemplo, Jaime Correa.
Ya es hora de que no permitamos que nuestro futbol y nuestros futbolistas sigan siendo menospreciados por propios y extraños, como lo han hecho en su momento, Nery Castillo y su padre, Ricardo Lavolpe y ahora Zizinho y Jonathan.
En México hay jugadores muy capaces y un futbol muy competitivo, que es cierto que nos falta crecer, pero que ahí se va avanzando y lo haremos mejor y más rápido, cuando cada uno de los que estamos inmersos en él no dejemos de poner gusto por jugar y cariño y orgullo por la institución a la que pertenecemos.
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