*Mphela, Pienaar, Modise y Parker
*Fuerza, creatividad y velocidad sudafricana
*Se acerca la hora de hablar de futbol
México D.F. 8 Junio (futfriends.com).- De los once pilares que conforman la Selección Sudafricana de futbol, en cuatro recae el movimiento, el poder de reacción, la creatividad y velocidad del equipo de media cancha hacia adelante.
Teko Modise y Steven Pienaar son el bastión en la media cancha en el equipo anfitrión, y adelante Katlego Mphela y Bernard Parker podrían considerarse como la eficacia en los últimos 30 metros de cara a la portería rival.
Se acerca la hora de empezar a hablar sólo del futbol cancha. Atrás quedarán todos los argumentos filosóficos de los pontífices del balompié, millones de retinas en el Mundo estarán expectantes a lo que pueda acontecer el viernes en el partido de inauguración mundialista.
Concentración total
La atención mexicana para el partido de viernes deberá estar puesta, particularmente, en el quehacer de estos cuatro elementos. Es en ellos donde radica toda la fuerza del plantel formado por el técnico brasileño, Carlos Alberto Parreira, Campeón del Mundo en 1994.
De acuerdo con reportes llegados desde la región amazónica, el estratega –sin querer ser confirmado por él–, se ha asesorado bien “de lo observado por otros técnicos de su país”, sobre el quehacer del conjunto mexicano, su primer rival, y de lo hecho por uruguayos y franceses.
Argumento ¿sin argumento?
Para los amantes al futbol existe un secreto a voces que ha empezado a circular con vistas al primer partido del Mundial, y es que basados en la máxima escrita en una reunión del buró arbitral de FIFA en Praga 1997, se dice que “millones de dólares pueden cambiar de mano, en cuestión de segundos por una decisión arbitral”.
En la concentración mexicana en Sudáfrica y en los comentarios surgidos en México se ha empezado a especular sobre cómo la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociación), influye y protege a los equipos que pueden garantizar y representar mayores ingresos en la Copa del Mundo.
Nada más cierto que lo expuesto en 1986 por aquel defensa y capitán del conjunto brasileño, Sócrates, cuando en la sede de Guadalajara, Jalisco, dio a conocer como el organismo rector del futbol mundial, “va encauzando los juegos, de tal manera que los equipo protagonistas, los llamados grandes, incluyendo la Selección local, accedan a instancias finales…” (La Afición y Excélsior, Junio de 1986).
El dato
Cómo no recordar aquel partido Brasil–España del segundo Mundial mexicano, cuando le anularon una jugada de gol legítima a los ibéricos, el balón pegó en el travesaño y consiguió meterse en la portería verdeamarelha, en una acción que pudo darle un cambio de rumbo a la participación del “Scratch do Oro” y al propio Mundial.
La decisión del árbitro fue la de invalidar la anotación y haber puesto “una coraza” sobre el equipo de mayor impacto en las multitudes. A ese tipo de presuntas prerrogativas se refirió el jugador Sócrates, pasado el día de aquella contienda ante los españoles.
A jugar
Pero en Sudáfrica, los mexicanos deberán pensar en hacer bien las cosas en el campo y no dejarse llevar por rumores que a nada conducen. Cada quien realiza su juego y sobrada presión tendrá el silbante uzbeko, como para aumentarle un peso mayor a sus tensiones, al nerviosismo propio, en el arranque de un Mundial.
A la expectativa
En las charlas de café, en algunos comentarios radiofónicos y hasta televisivos, hay quienes dicen que los mexicanos “saldrán del vestidor del estadio Soccer City con el 1-0 en contra.
Precisamente por esas cuestiones de supuesta protección arbitral para los locales. Sin embargo, y aquí si debe ser uno claro, todo mundo estará a la expectativa del quehacer de Ravshan Irmatov, de uzbekistan”, de ese nazareno que a tres días de impartir su justicia ha sido “juzgado, lapidado y crucificado…”
Pero los partidos, señores, no se ganan antes de jugarse y tampoco con explicaciones que aunque no pudieran estar alejadas de la realidad, son vanas especulaciones.
Los partidos se tienen que jugar y serán once contra once en la cancha, brincar al campo con la consigna de que el árbitro uzbeko pudiera afectar a la Selección, eso sería la justificación más lógica a una posible falta de confianza y preparación.
El cambio
Otros de los ajustes en los cuales se deberá tener precaución el equipo de Aguirre, será en el ingreso del mediocampista Siphiwe Tshabalala, cuya velocidad está más que probada para recuperar balones y crear problemas en el sector donde más duele: el área enemiga.
Ya no estará Benni McCarty, porque así lo decidió el técnico Parreira, y aun cuando son muchas las personas que ven a una Sudáfrica futbolística débil y hasta inocente, vale más tomar todas las providencias y jugarle como si se tratara, otra vez, del “Campeón del Mundo”.
A romper el maleficio
Para concluir, debe exponerse que a México le toca jugar de nuevo contra la historia y en esta ocasión tendrá que romper el maleficio de las inauguraciones, pues desde 1930 nunca se les ha podido ganar a los rivales en turno, en los llamados partidos de apertura.
Lo máximo que se ha sacado en los juegos de inaugurales fue un punto, tras el empate sin goles contra la Unión Soviética en México 1970.
México ha inaugurado cinco veces las Copas del Mundo.
Uruguay 1930 Francia 1-4 México 13 de Julio de 1930
Brasil 1950 Brasil 4-0 México 24 de Junio de 1950
Suecia 1958 Suecia 3-0 México 8 de Junio de 1958*
México 1970 México 0-0 URSS 31 de Mayo de 1970
Sudáfrica Sudáfrica – México 11 de Junio del 2010.
*Se realizaron otros partidos en la misma fecha, pero como se jugó contra el equipo anfitrión, son muchos los escritos que lo toman como un referente de partido inaugural.
Los hombres de los que se debe cuidar México
martes, 8 de junio de 2010
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14:32
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