La nueva “Naranja Mecánica” está en la Final
*Al más puro estilo de la “Garra Charrúa”, mueren dando la cara al Sol
*Los Oranjes esperan al ganador de España y Alemania.
*¿Podría repetirse la Final de 1974, o será inédita?
Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 6 Jul., (fifa.com, futfriends.com, femexfut.org.mx, Notimex).- Treinta y dos años pasaron para que Holanda se instalara de nuevo en una Final de Copa del Mundo.
“Los Tulipanes” están de fiesta, pero su rival en turno, los uruguayos, pusieron de manifiesto otra vez su espíritu combativo, su lucha incansable hasta el último segundo de acción, en la búsqueda de un presunto milagro que no se consumó.
De esta manera, el representativo de Países Bajos derrotó 3-2 al plantel uruguayo, en partido no apto para cardiacos y altamente disputado en el estadio “Green Point” de la bellísima Ciudad del Cabo.
La nueva “Naranja Mecánica” se clasifica invicta a una Final y por tercera ocasión en su historia (1974, 1978 y 2010).
Los goles fueron obra de Giovani Van Bronkhorst, Wesley Snejder y Arjen Robben.
Por el equipo Celeste marcaron el capitán Diego Forlán y Maxi Pereira.
A puro nervio
El partido comenzó disputado, con pocas chances para dos equipos que estaban más preocupados por no recibir un gol que por marcar el primero.
Apenas tímidas aproximaciones se vieron en esos primeros minutos, con Snejder intentando asumir la manija del partido para los europeos y Forlán encabezando los ataques charrúas.
De pronto, el gol llegó de la manera más inesperada:
Corrí el minuto 18’ cuando Giovani Van Bronckhorst recibió una pelota en tres cuartos de cancha pegado a la banda, levantó la cabeza y sin pensarlo dos veces mandó un impresionante disparo que se coló por el ángulo superior izquierdo de la portería de Fernando Muslera.
El guardameta alcanzó a rozar el balón con los dedos pero le fue imposible desviarlo, el Jabulani tocó el poste, antes de besar la red. Era el 1-0 y se presagiaban mayores sorpresas.
Uruguay debió lanzarse al ataque frente a unos holandeses que parecían cómodos con la ventaja en el marcador.
Los intentos celestes, en principio no fueron contundentes, hasta que minutos antes de expirar la primera mitad, el capitán Diego Forlán envió un disparo de media distancia que se convirtió en una especia de “arma mortal”.
El tiro de Forlán fue un obús, con dedicatoria de gol. El movimiento del balón en el aire descontroló al portero Stekelenburg, que no pudo taparlo y entró por el medio del marco holandés. Uno a uno, la fiesta se animaba y eso que apenas era el minuto 41’.
La emoción de los goles
En la segunda mitad, los celestes empezaron con mayor determinación y mantuvieron el control del balón, aunque sin generar oportunidades claras. La más importante fue al 50’ cuando Forlán escapó por la banda, Stekelenburg tuvo que salir a defender su marco y dejó libre la portería. El rebote le quedó a Edinson Cavani quien disparó, pero sin fuerza, y Van Bronckhorst llegó a tiempo para despejar sobre la línea.
El partido se animó, y en minutos consecutivos, los dos guardametas tuvieron que hacer grandes atajadas, hasta que a veinte del final, Holanda tuvo la suerte de los ganadores: Snejder mandó un potente disparo, que pasó entre las piernas de Robin Van Persie y dejó sin oportunidad a Muslera, era el minuto 70’ y “La Naranja Mecánica” se ponía en ventaja 2-1.
Los charrúas apenas se recuperaban del golpe psicológico, cuando Holanda asestó el sablazo definitivo. El omnipresente número 10 de los Oranje mandó centro milimétrico a la cabeza de Robben, cuyo remate a la esquina de la portería de Muslera fue incluso superior. Un golazo en toda la regla para el 3-1 que le daba una presumible tranquilidad a los Holandeses, cuando le restaban 17 minutos al partido.
Esa aparente calma pudo haber sido incluso mayor, pero Robben falló dos manos a mano ante Muslera en los últimos minutos, y Holanda estuvo a punto de pagar las consecuencias.
Cuando se había cumplido el tiempo efectivo Uruguay atacó más con corazón y espíritu que con orden y Maxi Pereira se encontró con una pelota en la puerta del área naranja y definió como los grandes el 2-3, en el minuto 92’.
Era el todo o nada y fieles a su historia los uruguayos pelearon a tope. Los últimos segundos fueron cardíacos, los charrúas empujaban a sus rivales hacia su propia área y mandaron peligrosos pelotazos, sin embargo la defensa holandesa supo resolver, para asegurar el boleto a la Final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
Uruguay y Holanda jugaron en el vértigo de la emoción, los sudamericanos al más puro estilo de la llamada “Garra Charrúa”, cayeron dando la cara al Sol y pareció por momentos que a los “Tulipanes” los cubría un manto nocturnal, que para su fortuna se disipó cuando la ocarina del árbitro uzbeco, Ravshan Irmatov, decretó la finalización del encuentro.
Ahora son ellos, los de naranja, los invictos, quienes espera el ganador del juego España y Alemania, que seguramente también tendrá deparadas grandes emociones.
Holanda, 32 años después…
martes, 6 de julio de 2010
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17:13
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